Virus: ataques masivos han significado una disminución de la capacidad operativa de las empresas a nivel mundial.

Uso no autorizado: el uso de e-mail o la navegación no autorizada es un problema habitual en la mayoría de las empresas.

Hackers: espionaje industrial y robo de información confidencial.

Auditorias: legalmente, las empresas están obligadas a asegurar la confidencialidad de los datos personales de sus clientes.

Continuidad operativa: ninguna empresa puede permitirse dejar de dar servicio a los clientes o a los propios empleados por causa de ataques de denegación de servicio.